Asa Akira, la intelectual del porno


Asa Akira, además de una de las actrices porno más famosas y más cañeras de la actualidad también es una de las más inteligentes tanto que se le podría calificar como de intelectual ya que es una gran amante de la literatura y la música en todas sus facetas.

Esta chica de pequeño tamaño, como las mejores, durante los años 2008 al 2012 ha ganado prácticamente todos los premios de la AVN incluyendo el de mejor escena de sexo anal así como mejor escena de doble penetración así como mejor trío o mejor escena de sexo en grupo y es que esta chica es una amante del sexo coral pero también una de las favoritas del sexo anal para todos los aficionados al cine de adultos.

Su fama ha ido en aumento, tantos así que se fabrican réplicas de su vagina, ano y trasero y además sus juguetes son los más demandados en todos los sexshops y no es de extrañar ya que pocas mujeres tienen tantos fans dentro del mundo del porno. Es una empresaria nata y aunque ha llegado más lejos que ninguna en esta industria son muchas sus motivaciones, sobre todo las intelectuales, por esa razón últimamente en bastantes ocasiones ha manifestado que desea abandonarla para dedicarse a otras actividades.

Esta chica de origen asiático y criada en Japón nunca pudo imaginarse lo lejos que llegaría cuando firmó su primer contrato para un lésbico aunque siempre manifestó su deseo de convertirse en una pornostar.

Escrito el que probablemente es el libro más importante que nos descubre todo los entresijos de la industria del porno, subtítulo es sólo para adultos y en él nos muestra su vida como ponostar pero también sus inquietudes, anhelos y deseos. Actualmente se encuentra pasando una crisis ya que ha pasado de los 30 ya llegado un momento en el que su actual profesión es incompatible con algunos de sus deseos pues siempre pensó dedicarse a esto durante dos años y ya lleva grabadas más de 500 películas. Se confiesa un poco cansada del concepto de feminidad actual que de alguna forma la obliga a ser madre y cuyos futuros hijos pueden pasar por el estigma de su profesión, hipócritamente no aceptada por una sociedad en la que el porno se ha convertido en un fenómeno de masas. todo esto y mucho más lo abarca en su actual libro Dirty Thirty,

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